mayo 1, 2024
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28

Jul

¿Al “Lolo” le gustará que a su pueblo le impongan reglas como la Ley Seca?

JCN


Hasta hace unos años la fiesta religiosa de San Lorenzo era un encuentro con la imagen de patrono de Tarapacá, de los comerciantes, los mineros, los curaitos y la diversidad sexual.

En medio de todas las actividades, la más esperada era la “rompía” del alba, donde los peregrinos cargaban a San Lorenzo, mareados de tantos copetes que se tomaba durante la madrugada. El recorrido por las calles del pueblo erizaba los pelos y a viva voz escuchábamos “¿A quién venimos ver? Y la multitud respondía “A San Lorenzo”.

Pero con los años las cosas fueron cambiando y se fueron colocando reglas a las costumbres de la gente, el pueblo, ese a quien el diácono San Lorenzo defendió hasta morir asado por allá por el año 258.

Hace unos 25  años se estableció la “Ley Seca”, como una forma de frenar a los peregrinos, cosa que solo se cumple en el papel, ya que todos los que hemos asistido a la fiesta hemos bebido desde cerveza, ron, pasando por vino en caja, esperando el “alba”.

Acá también, hay que llamar la atención a las autoridades políticas y eclesiásticas, de terminar con los frenos que se han instaurado en los últimos años a la festividad religiosa. Sabemos que la “ley seca” no se cumple y aunque se entregue como balance litros y litros de alcohol decomisado, la verdad es que igual “se toma”, aseguran los peregrinos en la madrugada.

¿Miedo a qué tiene la autoridad? Qué la gente, el verdadero pueblo de San Lorenzo, se tome su copetito.

También hay que rescatar la imagen para ser venerada por la gente, por los mismo que ahora recorren, a las siete de la mañana del día 10 agosto, las calles huérfanos de la imagen del “Lolo”.

San Lorenzo de Tarapacá es una fiesta del pueblo, del “Cacerola”, de los patos malos, de los camioneros, de los portuarios, del “Bomba”, de los comerciantes, del “pericote”, de los asados al costado del río. De las bandas y las agrupaciones religiosas, que se amononan cada año, para bailar al “Lolo” en medio del sol y el polvo de la plaza del poblado.

En conclusión, hay que democratizar la veneración a San Lorenzo.


*Publicado el 13 de agosto 2013

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