“Si la persona violada es capaz de hacerlo y quiere tener a su hijo, bien pues, nadie la va a estar estimulando para que aborte. Pero si esa persona que fue violada, castigada, traumatizada, dice “yo no quiero tener este hijo porque cada vez que lo miro voy a ver en él a mi violado”, tiene derecho, es su cuerpo, es su vida”, explicó la Ministra de Salud Helia Molina.
Luego la ministra Molina, no se lo manda a decir con nadie a los curitas y a la UDI, que se oponen al aborto terapéutico: “Es la mujer la que va a apechugar con eso toda la vida, no va a apechugar ni el cura, ni el de la UDI, ni nadie”.