abril 20, 2024
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29

Feb

Cada cuatro años febrero trae un día de yapa

La Tierra en que vivimos tarda 365,256 días en dar una vuelta completa al Sol. Para corregir el desajuste matemáticos de segundo y milésimas de segundos, cada cuatro años se añade un día adicional al mes de febrero. El objetivo es equilibrar el año cronológico con el año trópico, de forma que 2020 se convierte en año bisiesto. El próximo será 2024, momento en el que volveremos a disfrutar de un 29 de febrero. Ahora los nacidos en este día pueden celebrar cada cuatro años o como se hace regularmente que apagan las velitas los 28 de febrero o el 1° de marzo. El año 2016 fue el anterior bisiesto. HISTORIA El propio Julio César ya consideró necesario introducir un día extra hace más de 2.000 años, pero en aquella época quedó intercalado entre el 23 y el 24 de febrero. Esta última fecha se denominaba para los romanos como“el sexto día (sextus diez, en latín) antes del mes de marzo”. Así que al día añadido se le denominó bis sextus diez, por ser su duplicado y al año que la contenía bissextus. Sin embargo, la modificación introducida en el calendario juliano establecía una duración media de los años de 365,25 días, algo mayor del valor que se pretendía ajustar. Por tanto, no era lo suficientemente precisa, ya que el año medio resultaba unos 11 minutos más largo que el asociado al movimiento de la Tierra alrededor del Sol. Hubo que esperar hasta finales del siglo XVI para remediar aquello. Fue el Papa Gregorio XIII quien encargó un estudio a un grupo de eruditos que establecieron una nueva regla para determinar mejor los años bisiestos. De aquí surgió el calendario gregoriano, vigente hoy en día. La nueva norma indicaba que cada cuatro años había uno bisiesto, salvo los que cierran un siglo. El quitar el carácter bisiesto de los fines de siglo, supuso que cada 100 años habría 24 bisiestos en lugar de 25 y se obtendría una duración media del año de 365,24 días. Esta extensión se quedaba algo corta, por lo que se decidió que uno de cada cuatro fines de siglo fuera bisiesto, lo que daría lugar a una duración media del año de 365,2425 días, más cercana al año trópico. Calendario gregoriano Son bisiestos los años divisibles por cuatro excepto los que son divisibles por 100, salvo si pueden dividirse entre 400 La norma al completo quedó de la siguiente manera: son bisiestos los años divisibles por cuatro excepto los que son divisibles por 100, salvo que puedan dividirse entre 400. Según esto, fueron bisiestos los años 1600 y 2000, pero no lo fueron ni el 1700, ni el 1800 ni el 1900, por ejemplo.]]>

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